La tensión en Medio Oriente volvió a encenderse. Israel reanudó este domingo los ataques aéreos en la Franja de Gaza, acusando al movimiento islamista Hamás de violar el acuerdo de alto al fuego y de liberar rehenes pactado la semana pasada. La decisión vino acompañada de otra medida drástica: suspender la entrada de ayuda humanitaria hacia el enclave palestino “hasta nuevo aviso”.
De acuerdo con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), la ofensiva comenzó tras “una flagrante violación del acuerdo” por parte de Hamás, lo que llevó al ejército a lanzar una serie de ataques contra lo que calificó como “objetivos terroristas” en el sur de Gaza.
Un funcionario israelí citado por la AFP confirmó que el flujo de ayuda humanitaria quedó detenido, mientras el país evalúa la situación tras los incidentes. “La suspensión se mantendrá hasta que se verifique el cumplimiento del acuerdo”, señaló.
El pacto temporal entre Israel y Hamás incluía la liberación de rehenes vivos y muertos capturados durante el ataque del 7 de octubre de 2023, así como un cese de hostilidades. Según fuentes oficiales, Hamás liberó a 20 rehenes con vida, pero solo entregó los cuerpos de 12 de los 28 que murieron en cautiverio, alegando dificultades para recuperarlos de entre los escombros.
Israel también acusó al grupo islamista de atacar a sus tropas en zonas acordadas dentro del territorio gazatí. De acuerdo con un oficial militar, al menos tres incidentes se registraron el domingo, incluyendo disparos y lanzamientos de cohetes contra posiciones israelíes en Rafah, al sur de la Franja.
En Beit Lahia, al norte, se reportó un intento de infiltración de militantes palestinos que fueron “eliminados en un ataque preciso”, según la versión israelí.
Por su parte, Hamás negó las acusaciones y sostuvo que estaba cumpliendo el acuerdo, acusando a Israel de “buscar pretextos” para retomar la ofensiva. Testigos palestinos reportaron enfrentamientos entre miembros de Hamás y un grupo local conocido como Abu Shabab, que según fuentes locales recibe apoyo de Israel.
La reanudación de los bombardeos y la suspensión de ayuda humanitaria agravan una situación ya crítica en Gaza, donde miles de personas dependen de la asistencia internacional para sobrevivir. Organizaciones humanitarias advierten que el corte de suministros podría provocar una nueva crisis alimentaria y sanitaria en la región.
Mientras tanto, el mundo observa con preocupación otro capítulo más en el conflicto que parece no tener fin.